Ambas opciones son conocidas, tienen buena fama y, la verdad, ofrecen resultados duraderos. Pero no son iguales, ni de lejos. Vamos a ver en qué se diferencian y cuál podría ajustarse mejor a lo que tú necesitas.
Cuando se hace una reforma en la cocina —y más aún en una casa donde se vive de verdad, con gente que cocina, que come junta, que vive el día a día—, hay decisiones que no se pueden tomar a la ligera. Una de ellas, sin duda, es elegir bien la encimera. Porque no es solo una cuestión de estética. Es la parte de la cocina que más se usa, que más sufre, que más se ve. Y ahí surge una pregunta que muchos se hacen: ¿encimeras de granito o Silestone?
Granito o Silestone: parecidos, pero con historias distintas
Aunque a simple vista puedan parecer parecidas, estas encimeras tienen orígenes muy distintos. El granito es 100 % natural. Se extrae directamente de la tierra, se corta, se pule, y lo que ves es lo que da la piedra, sin filtros. Cada pieza tiene su propio dibujo, sus vetas, sus matices. No hay dos iguales, y eso tiene su encanto.
El Silestone, en cambio, es un material hecho por el hombre. Lleva cuarzo natural, sí, pero también resinas y pigmentos. Eso le permite ofrecer una gama de colores mucho más amplia, y lo mejor: muy homogénea. Si lo tuyo es el orden visual y las superficies uniformes, este puede ser tu camino.
¿Y el calor? Porque todos hemos puesto una olla caliente sin querer…
Este punto es clave, sobre todo si usas mucho la cocina. El granito, al ser piedra natural, aguanta mejor el calor. Si colocas una sartén caliente por un despiste, probablemente no pase nada. Aunque, claro, lo recomendable es siempre usar salvamanteles.
El Silestone, por su parte, tolera temperaturas moderadas, pero los fabricantes no lo ocultan: mejor no arriesgar. El exceso de calor puede dejar marcas, o incluso provocar una grieta. Así que aquí, el granito se lleva un punto a favor.
Manchas: ¿cuál se limpia mejor?
En lo práctico del día a día, esto importa más de lo que parece. El granito, por su estructura porosa, necesita un sellado para evitar que absorba líquidos como el vino o el aceite. Con el sellado hecho y un poco de cuidado, se comporta muy bien. Pero requiere atención.
El Silestone es más cómodo en ese sentido. Al ser no poroso, no hace falta sellarlo, y se limpia con facilidad. Si eres de los que quiere pasar el paño y olvidarse, esta puede ser la opción más llevadera.
Estética: lo natural frente a lo uniforme
Aquí entran los gustos personales. El granito tiene una belleza cruda, con vetas y contrastes que no se pueden repetir. Cada encimera es una pieza única, y eso tiene un valor especial.
El Silestone, en cambio, destaca por su variedad. Hay colores suaves, oscuros, brillantes, mate, con aspecto de mármol, de cemento, de metal… todo muy medido. Si buscas un acabado moderno, limpio y perfectamente uniforme, es una gran alternativa.
¿Y si la cocina está en una terraza o en el exterior?
En sitios como Mallorca, donde es habitual tener zonas de cocina al aire libre, esto puede ser decisivo. El granito aguanta sin problema el sol, la lluvia y el uso exterior. No le afectan los rayos UV, así que mantiene su color y su forma con el paso del tiempo.
El Silestone, por el contrario, no está pensado para estar al aire libre. El sol directo puede hacer que se decolore o incluso que pierda parte de su estructura. En exteriores, mejor apostar por lo natural.
¿Qué mantenimiento requiere cada uno?
El mantenimiento también marca una diferencia importante. El granito, como ya se ha dicho, necesita un sellado inicial y revisarlo de vez en cuando. Pero quitando eso, se limpia con agua y jabón. Nada complicado.
El Silestone lo pone aún más fácil. No necesita tratamientos adicionales y basta con una limpieza diaria con un paño húmedo. Para quien busca algo práctico, sin complicaciones, es un punto fuerte.
Golpes, rayaduras y despistes
Ambos materiales son resistentes, aunque con matices. El granito es muy duro, pero más rígido. Si recibe un golpe seco, puede astillarse. El Silestone, al llevar resinas, tiene una cierta elasticidad que le permite absorber mejor algunos impactos.
Eso sí: en ambos casos, evita cortar directamente sobre la superficie. No cuesta nada usar una tabla, y así prolongas la vida de la encimera.
Higiene en la cocina: mejor prevenir
En temas de higiene, ambos materiales cumplen con lo necesario. El Silestone tiene certificados específicos para uso alimentario, lo cual siempre da tranquilidad.
El granito, si está bien sellado, también es seguro. Pero, como es poroso, hay que ser más constante en la limpieza para evitar que se acumulen bacterias en los poros. No es un drama, pero conviene tenerlo presente.
¿Y el precio? Aquí no hay una sola respuesta
El coste de las encimeras de granito o Silestone depende de muchas cosas: el tipo de acabado, el grosor, el diseño, incluso el lugar de origen del material. A veces el Silestone sale más barato, sobre todo en modelos estándar. Pero si te vas a colores o texturas más exclusivas, puede subir bastante.
Con el granito, pasa algo parecido: hay opciones más asequibles y otras que son verdaderas joyas naturales, con precios a juego. Lo mejor es pedir un presupuesto a medida, teniendo claro lo que se quiere y el uso que se le va a dar.
Sostenibilidad: cada material con lo suyo
En tiempos donde el impacto ambiental cuenta, esto también entra en juego. El Silestone ha incorporado materiales reciclados y ha reducido el contenido de sílice en algunas de sus colecciones, lo que ayuda a disminuir su huella ecológica.
El granito, al ser un material natural, no necesita procesos químicos para su fabricación. Pero hay que considerar el transporte desde la cantera, que a veces viene de lejos. En definitiva, si esto te preocupa, conviene preguntar y mirar las etiquetas antes de decidir.
En Tecnic Project te acompañamos en tu reforma
Al final, no hay una respuesta única. La elección entre encimeras de granito o Silestone depende mucho de cómo vivas la cocina, de lo que valoras más, y también del estilo que quieras darle a tu casa.
En Tecnic Project, llevamos años haciendo reformas de cocinas en Mallorca, y sabemos que cada hogar es un mundo. Por eso, más que venderte un material, preferimos acompañarte y ayudarte a encontrar lo que mejor encaja contigo. Desde el diseño hasta la instalación, estamos ahí para que tu cocina no solo sea bonita, sino también práctica y tuya.
¿Tienes dudas? Escríbenos y vemos juntas qué opción se adapta mejor a lo que necesitas.