Hay estilos que entran en tendencia y se van igual de rápido. Y otros que, sin hacer ruido, se quedan porque encajan bien con la forma en que vivimos. Eso pasa con los acabados ‘soft industrial’, una manera de dar personalidad a los espacios sin que se vuelvan fríos o incómodos.
Este enfoque toma ideas del diseño industrial tradicional, ese que recuerda a fábricas o almacenes con estructura a la vista. Pero aquí hay un giro interesante: se añaden materiales naturales, colores tierra y texturas suaves que hacen que todo se sienta más cercano, más habitable.
¿Qué hace especial a los acabados ‘soft industrial’?
La base sigue siendo industrial, sí, pero sin caer en lo rudo o impersonal. Lo que se busca es equilibrio. Una mezcla pensada entre lo urbano y lo natural.
¿Con qué materiales se logra esto? Pues con cosas muy concretas:
- Metales sin brillo, envejecidos o mates. El hierro y el latón son buenos aliados.
- Madera al natural, sin barnices exagerados.
- Paredes de ladrillo o cemento pulido, que dan textura sin saturar.
- Luz cálida, ni blanca ni azulada. Algo que acompañe.
- Colores neutros, con toques verdes o tonos tierra que rompen la monotonía.
¿Y cómo se aplica este estilo en casa?
No hace falta rehacer todo. A veces, con cambiar ciertos materiales o combinarlos bien, ya se nota el cambio.
En salones o comedores, por ejemplo, se pueden mezclar sofás amplios de lino con mesas de madera maciza que tengan patas metálicas. Las estanterías abiertas de hierro también funcionan muy bien. Y si sumás textiles suaves como mantas o alfombras, se equilibra todo.
En cocinas, este estilo acepta muebles con acabados mates, encimeras oscuras tipo cemento o cuarzo, y tiradores metálicos. Las baldosas tipo metro le dan un aire clásico, pero siguen dentro del juego industrial.
Los dormitorios pueden tener cabeceros de hierro o madera reciclada, y textiles suaves en tonos cálidos. Un par de lámparas colgantes con bombilla a la vista ya suman bastante.
La iluminación lo cambia todo
Una luz mal elegida puede tirar abajo un ambiente entero. Con los acabados ‘soft industrial’, lo ideal es que la iluminación aporte calidez, no que enfríe.
Las bombillas entre 2700K y 3000K dan esa luz tibia que se agradece. Las lámparas colgantes, los apliques metálicos o incluso una lámpara de pie con estructura de hierro pueden marcar la diferencia. También es importante dejar que entre luz natural. Cortinas finas o estores translúcidos ayudan bastante con eso.
Textiles que equilibran el espacio
Hay algo muy potente en la combinación de materiales duros con textiles suaves. Es ese juego de contrastes el que hace que el estilo funcione.
Una alfombra de lana sobre un suelo de cemento pulido, por ejemplo, no solo se ve bien: cambia la forma en que se siente el lugar. Cojines, mantas, tapicerías en beige, terracota, gris claro o verde apagado también ayudan a que el ambiente no quede frío.
Plantas y objetos naturales que dan vida
No todo tiene que ser metal o cemento. Las plantas son parte importante del estilo. Algunas especies que van bien son la costilla de Adán, el ficus lyrata o incluso los helechos. Lo ideal es que estén en macetas de barro, cemento o metal antiguo.
Y también valen objetos sencillos, como cestas de mimbre, cerámica artesanal o cuencos de madera. No hace falta llenar de cosas: con pocos elementos bien elegidos se puede lograr mucho.
Reformas con acabados ‘soft industrial’
Si estás haciendo una reforma completa, este estilo puede usarse desde el suelo hasta el techo. No es solo una cuestión de muebles.
Se ven mucho los suelos continuos de microcemento, cerramientos con carpintería metálica negra o puertas tipo granero con guías de hierro. En baños, los azulejos que imitan cemento combinan bien con grifería negra mate. Y si se suman encimeras de piedra natural, se mantiene la funcionalidad sin perder estética.
¿Qué ventajas tiene este estilo?
Más allá de lo visual, que es atractivo, hay razones prácticas para elegirlo:
- Los materiales suelen ser resistentes y duran bastante.
- El mantenimiento es fácil, porque casi no hay juntas ni superficies delicadas.
- Se adapta a muchos tipos de vivienda: casas de campo, pisos modernos, lofts…
- No pasa de moda. Y si querés cambiar algo, con pocos toques lo renovás.
¿Se puede mezclar con otros estilos?
Claro que sí. De hecho, ahí es donde aparece todo su potencial.
Nórdico + soft industrial
Una fusión muy limpia y luminosa. Funcionalidad escandinava con un toque más rudo y urbano.
Boho industrial
Ideal si te gusta algo más libre y colorido. Se suman textiles estampados, objetos de madera tallada y colores vivos sobre una base neutra.
Japandi industrial
Minimalismo japonés, calidez escandinava y ese punto industrial que aporta carácter. Espacios tranquilos, sin recargar, pero con personalidad.
Reformas en Mallorca con carácter
Si estás dándole vueltas a una reforma y este estilo te convence, en Tecnic Project te podemos acompañar. Llevamos años haciendo reformas en Mallorca, y entendemos que cada casa, cada persona, tiene su propia manera de habitar el espacio.
Nos encargamos de todo el proceso, desde pensar el diseño hasta dejarlo listo para vivirlo. Sin imposiciones, sin complicaciones.
Porque el estilo soft industrial no es solo una moda: es una forma de hacer que tu casa se sienta como eso… como tu casa.